viernes, 10 de septiembre de 2010

Un poco de mucho en la escena del bar.



"Así que siéntate. Por favor, insisto en que te pongas cómoda. Sírvete algo de beber, preferiblemente de la botella de la izquierda… la de la derecha es un gusto adquirido. Va a ser una noche muy larga, y creo que necesitarás un buen trago o dos..."




El bar se veía tan frívolo a esa hora, desde el otro lado de la mesa se ve todo más claro y ordenado, las copas, los tragos, el hielo... y es que siempre me ubico en el mismo lugar, desde aquí puedo ver perfectamente a la gente que entra, los estilos variados, las risas y la locura.
Lo bueno es que todos llegan a consumir, eso asegura mi rincón una noche más y aunque la paga sea poca, lo enriquecedor es el ambiente, la música, la histeria, nada de asuntos muy formales, lo que a mi me endulza de este lugar, es su gente, el aire que tienen todos como de arpías fingidores, de falsos y tontos, y lo mejor que para comprender eso no había que ser justamente un gran experto mi poca experiencia en el rubro era más que suficiente, las palabras y más que nada las expresiones era algo exquisito de cada persona que sobrepasaba los limites de lo incomodo y banal.
Aún si bien, este lugar siempre se llena de gente parecida en algo, aunque lo curioso es que hoy llegó un tipo interesante, de esos que entran con la fachada de importante, de canchero, un megalomaniaco más, de esos justamente... de esos que me gustan a mi (y ni entiendo la razón, por que de una u otra forma mis libertinajes siempre van dirigidos hacia otra dirección de la relativamente "real"), por lo mismo, la comodidad de camarera de soporte no me sirve de nada, lo que yo necesito es un poco de acción, y acción de esa que no tengo hace tiempo, esa de creerme el cuentito de ser seductora y misteriosa, de entregar esa cuota mezquina atrapa -amarra, rasguña, ATA- hombres, un gustito más para mi ego de hembra resentida y trabajadora.
El tipo, el chiquillo este viene por un trago, como noto atrae más de una mirada ¡vaya novedad! no soy la unica interesada, pero claro que poco me importa, después de todo, viene directamente hacia mi. Arreglo mi cabello en un acto disimulado y lo enfrento.

- Un trago por favor...el más caro que tengas- dice acomodándose en una de las bancas forraditas en cuero que están al otro lado.

- Claro- respondo, acto seguido le sonrío y me apresuro. Lucirme ante él me parece cosa difícil, su postura de engreído lo tiene más preocupado que el trabajo de la camarera ...

2 comentarios:

  1. CUanto interes por el personaje misterioso!

    Muy bien redactado Ana, que bueno que volviste a escribir!
    jajaa pasate por mi blog cuando puedas :)

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  2. Muy bueno¡¡¡Te has superado arto¡¡

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